
SILENCIO
«La gente con clase nunca hace visitas largas,
ni hay que enseñarles la tumba de Longfellow
ni las flores de cristal en Harvard.
Seguros de sí mismos como el gato
–que lleva su presa a lugar privado,
la cola lacia del ratón colgando de la boca como cordón de zapato–,
a veces disfrutan de la soledad,
y se les puede dejar sin palabras
con palabras que les agraden.
El sentimiento más profundo se revela siempre en silencio;
no en el silencio, sino en la contención».
No le faltaba sinceridad al decir: «Haz de mi casa tu posada».
Las posadas no son domicilios.
Traducción: Lab De Poesía
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