Norah Lange - Tango


 

 

Tango con la hondura trágica

que enlutece a las esquinas solitarias.


En las horas que engarza el silencio

tu rezo de arrabal es como una tarde

enaltecida con fiereza de puñales.


Te escuchamos bajo el agobio de una pena

que quiere ser esperanza.


Pero la congoja abre sus recuerdos

y la noche es la tristeza del mendigo,

y es el abrazo que ciñe a las calles sin cielo.


Lentamente, se aniquila la espera,

y prefieres callar, atardeciendo, así,

las caricias que procuran unas manos.


¡Tango que  vienes como un sosiego,

Desde su corazón al mío!


De Los Días y Las Noches - 1926