quién
come de vos
a quién alimentas
a quién bañas
-si no puedes contarlo
observa la noche y veré
esa eternidad mordida entre la cosas profundas-
a quién padeces
a quien iluminas
qué ángel desatas cuando frotas las manos
cuál semilla
cuál lluvia
a quién ayudas a sobrevivir
-si no puedes contarlo
deja que los perros persigan mi sombra y vayan-
a quién contemplas
cómo
cuánto tiempo
en quien transpiras
a quien lames
a quien respetas
a quién de todos los arrodillados
ayudas a ponerse de pie.
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