El luto humano, fragmento.
" La tierra había perdido el alba; una lucha angustiosa se libraba de
la tormenta contra la aurora, del gigantesco saurio de la tempestad
contra la espada, como al principio de este sistema de odio y amor,
de animales y hombre, de dioses y montañas que es el mundo. Se
habían roto todas las ataduras con el pasado. Su hija de yeso era
como la cruz límite que en los pueblos señala las últimas casas.
Adelante de ella sólo la tempestad.
(…)
Se abandona la vida y un sentimiento indefinible de resignación ansiosa
impulsa a mirar todo con ojos detenidos y fervientes, y cobran, las cosas,
su humanidad y un calor de pasos, de huellas habitadas. No está solo el
mundo, sino que lo ocupa el hombre. Tiene sentido su extensión y cuanto
la cubren las estrellas, los animales, el árbol. "
(Fuente: Daniel Edgardo Petasne)
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