POEMA QUE TOCÓ EL ALBA
El silencio empezó a corcovear
en los labios
y la caña era amiga en la noche.
de puro friolentas.
Después de la charla, después de la caña,
salimos rastreando una pena.
Cuatro hombres y una pampa,
es decir:
cuatro tordos y un potro.
Y fue freno
toparnos de pronto con la madrugada.
Y la charla,
la caña y la búsqueda se habían disipado.
A orillas del pueblo, una puerta entreabierta
dejaba que entrara la pampa
del brazo tranquilo de la madrugada.
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en "Cartel", año 2, n.º VII, julio de 1930, ed. digital / Biblioteca Nacional de Uruguay.
(Fuente: Jonio González)
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