Köan verde
Que la mente pueda irse
donde le venga en gana
es una gentileza
de la que dependemos;
que vuelva sin invitación
al alma que no pudo desterrarla
y aprenda a prosperar ahí
en la misericordia obstinada de la vida:
que nos ablanda o endurece,
a elección de cada cual.
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg
No hay comentarios:
Publicar un comentario