AMOR
Y tener que rogarte
un poco de amor
para que me follases
como un funcionario
antes de salir del trabajo.
Con la cadenita que ella te
regaló
golpeándome el esternón: pum,
pum, pum.
La cadena-soga tan ridícula,
colgando entre mis piernas
abiertas,
quemándome a lametones la
garganta.
La cadenita balanceándose
en cada empujón: pum, pum, pum.
Hasta que terminabas.
Y la cadena, ya sobre tu pecho.
Y tú en tu lado de la cama.
Y el sueño súbito.
Y tú: ¿qué hay para cenar?
Y yo: amor, había amor...
Eva Vaz. Limpieza general. Ed. Garum, 2023
(Fuente: Voces del extremo)
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