martes, 4 de abril de 2023

Emma Hine (EEUU)

 

Jóvenes reliquias

 

Se metían en las casas.

Mis hermanas. Las vacías,

recién terminadas, donde todavía nadie

había intentado dormir. Aún con aserrín

en los rincones, ninguna tabla

suelta del piso de madera.

Me las imagino

como las vi con los caballos,

las manos acariciando las paredes: después de todo,

una casa tiene que aprender a contener a una familia,

con todos sus sistemas temblorosos

de energía y dolor. Una vez vi a Sierra

con un potrillo que no estaba listo

para que lo montaran. Se quedó con él en el establo

y le habló hasta que le bajaron las pulsaciones.

En todo nuestro barrio,

casas nuevas a oscuras, presas de pánico.

Allí entran mis hermanas.

Que traen consuelo donde no

debía haber, sin llave para entrar,

sin encender las luces, un regalo ritual

exclusivo para el recuerdo de las habitaciones:

menos en los flancos pintados,

voces en los aleros.

 

Traducción de Ezequiel Zaidenwerg




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