Epodos
III
Si le deseas lo peor al que quebró la garganta
senil de tu padre,
que coma ajo: daña más que la cicuta. ¡Qué estómago
el de los campesinos!
Esto es veneno que me quema las entrañas.
¿Qué tiene esta poción?
¿Sangre de serpiente? ¿O Canidia * cocinó este guiso?
Medea **
debió untar con esto el cuerpo de Jasón,
el de los argonautas,
para que dominara a los toros salvajes,
y con ajo impregnó
el vestido que regaló a su rival, y escapó a caballo
de una serpiente alada.
Nunca los astros provocaron tanta sed en Apulia,
y no ardió peor
el manto traicionero con que Hércules*** se cubrió,
desprevenido.
Si alguna vez por broma quisieras probar esto,
por favor, Mecenas,
no beses a tu chica, y duerme a los pies de tu cama.
* Una hechicera.
**
Medea ayuda a Jasón a doblegar a unos toros con una poción mágica;
cuando él la abandona por otra, pone veneno en el vestido que regala a
la nueva esposa.
*** Hércules es abrasado por un manto envenenado de su celosa esposa Yadomira.
VIII
¿Qué le pasa a mi virilidad?, preguntas tú,
podrida en años,
con los dientes negros y la senectud que hiende
tu frente de arrugas
y con tu hediondo culo abierto entre dos nalgas áridas
como las de una vieja vaca.
¡No! ¡Si me calientan tus tetas como ubres de yegua!
¡Y tu barriga fofa
y tus muslos flacos y las pantorrillas que les cuelgan hinchadas!
Lo mejor te deseo:
que tu cortejo fúnebre lo encabecen imágenes triunfales
y te acompañen matronas
con collares de perlas no más chicas que las tuyas.
Me importa poco
que entre tus almohadones de seda disemines
libritos de los estoicos.
Mis nervios son analfabetos y no se excitan con eso,
y mi miembro
no estará menos caído. Para apartarlo de la ingle celosa
tendrás que trabajar con la boca.
En Epodos
J.
Aulicino, contemplando versiones de Alfonso Cuatrecasas (Bruguera,
Barcelona, 1984) y Vicente Cristóbal López (Alianza, Madrid 2005)
III.
Parentis olim siquis inpia manu
senile guttur fregerit,
edit cicutis alium nocentius.
o dura messorum illa.
quid hoc veneni saevit in praecordiis?
num viperinus his cruor
incoctus herbis me fefellit? an malas
Canidia tractavit dapes?
ut Argonautas praeter omnis candidum
Medea mirata est ducem,
ignota tauris inligaturum iuga
perunxit hoc Iasonem,
hoc delibutis ulta donis paelicem
serpente fugit alite.
nec tantus umquam siderum insedit vapor
siticulosae Apuliae
nec munus umeris efficacis Herculis
inarsit aestuosius.
at siquid umquam tale concupiveris,
iocose Maecenas, precor,
manum puella savio opponat tuo,
extrema et in sponda cubet.
VIII.
Rogare longo putidam te saeculo,
Viris quid enervet meas,
Cum sit tibi dens ater et rugis vetus
Frontem senectus exaret
Hietque turpis inter aridas natis
Podex velut crudae bovis.
Sed incitat me pectus et mammae putres,
Equina quales ubera,
Venterque mollis et femur tumentibus
Exile suris additum.
Esto beata, funus atque imagines
Ducant triumphales tuum,
Nec sit marita quae rotundioribus
Onusta bacis ambulet.
Quid? quod libelli Stoici inter Sericos
Iacere pulvillos amant:
Inlitterati num minus nervi rigent
Minusve languet fascinum?
Quod ut superbo provoces ab inguine,
Ore adlaborandum est tibi.
The Society for Ancient Languages
Ilustración: Retrato imginario de Horacio por Anton von Werne (1843-1915), Wikipedia
(Fuente: Otra Iglesia Es Imposible)
No hay comentarios:
Publicar un comentario