4 poemas de CUANDO DEJAMOS ATRÁS LO POSIBLE
Ventana debería llamarte, compañero,
porque en tus ojos está
la oportunidad de asomarme
al abrazo con el resto de animales.
No me reflejo en tus pupilas;
me abres el mundo con ellas.
Ahí se abisma la comprensión
de tu individualidad, del pulso
y sentido por el cual amas la vida.
¿Cómo seguir considerándote instrumento,
comida, función, negocio, si te miro
y me miras, si te hablo y
respondes, si me hablas
y me desborda la ternura, el entusiasmo,
el calor de la manada;
cuando se enuncia en tu iris
todo un manto de expresiones, temores y anhelos?
¿Quién elige dañar, entonces?
Tus ojos nos sacan
del paradigma del verdugo.
**
Convivir no implica comprender
a quien comparte sendero contigo.
Podemos ir trazando
dos surcos que se ignoran.
Aunque, tal vez,
si miramos la longitud de sus huellas,
el tacto de sus pasos,
la tensión de las patas y el titubeo
de sus pezuñas, alas, escamas, aletas
podamos quizá comenzar a entendernos.
Entonces, palpar
su miedo,
su alegría, su angustia,
es intentar empezar a balbucear
el auténtico lenguaje del amor:
aquel que no sabe de espejos;
aquel que no sabe de pieles;
aquel que sencillamente da
porque dar le vuelve pleno.
**
Para Mariángeles Maeso, por tanto
Construyen las golondrinas
en la casa de María Ángeles Maeso
nidos en las fisuras del muro que se vence.
En esa fractura del mundo,
ellas son capaces de generar y cobijar vida.
A pesar de la cercanía del derrumbe
del cielo, de la precariedad del sustento,
se aferran decididamente a esa veta de esperanza.
Arman su trinchera de trinos
frente a la fatalidad
con la convicción del fulgor de lo perecedero.
Deletreando el presente,
bailan alrededor de lo que se descompone.
Nosotros, tal vez,
nos dejaríamos devorar por la pesadumbre
y rumiaríamos inertes la desidia
asolados por la proximidad de la tragedia.
Las golondrinas, sin embargo,
persisten cada verano, año tras año.
Sin achantarse ante la inminencia del
desplome, apuran
esa oportunidad de existencia
y, desde la grieta,
vuelan.
**
Gorriones
sobre la estatua
del águila imperial:
la irónica victoria
de los perseguidos.
ALBERTO GARCÍA-TERESA
CUANDO DEJAMOS ATRÁS LO POSIBLE (BAILE DEL SOL, 2022)
(Fuente: Voces del extremo)
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