jueves, 2 de octubre de 2025

Violeta Barrientos (Lima, Perú, 2 octubre 1963)

 

 



4
En los días domingo no puede ocurrir nada. La sorpresa de Pearl 
Harbor fue así pensada.
Los días de descanso son inmóviles se cree. Nada importante 
debería suceder. Las niñas no cuidan sus cuerpos y pueden 
madurar de prisa. Los poetas quedan libres para la poesía, los 
alumnos se dispersan y toman rumbos sin disciplina, los 
despachos cierran dejando las calles vacías, los ladrones esperan 
por las casas a solas, los vecinos despiertan fuera de hora.
 
Es el tiempo que sobra, creador de bienes y males.
 
 
5
Los perros de las ciudades pobres se pasean libremente por las 
calles. Sin amos van por sobre la basura, invaden jardines ajenos, 
se enamoran sin fidelidad.
En las ciudades ricas no se ven perros. Circulan bajo horarios fijos 
cuando la gente duerme. Son perros secretos, caminan sin ladrar.
Sin embargo, todos se reconocerían dejando sus olores en las 
esquinas de una ciudad que juntaría perros ricos y pobres, perros 
de todas las razas, confundidos en un solo ladrido. 
 
Las ciudades fabrican a los perros, cada una a su manera,
haciéndolos salvajes o dóciles, separando aquello que la 
naturaleza junta. Las ciudades dividen, cortando el territorio con 
calles, marcando la pertenencia a un amo o al abandono.
 
Cosas sin nombre (2008)
Buenos Aires: En la Frontera, 2008, s. p.
 
 
(Fuente: Óscar Limache) 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario