El torturador está cenando
con su sagrada familia.
Todo parece andar bien
/en ese pequeño mundo.
El está satisfecho con su trabajo
tan gratificante
que con 220 voltios
/es capaz de hacer maravillas
como arrancar de raíz
el más recóndito secreto de Dios.
La esposa no tiene por qué
/saber nada
acerca de éstos asuntos
que por otra parte no le servirían
para hacer una buena sopa.
Sus dos hijitos admiran a papá
por su generosa manera
de llenar el mundo a su alrededor.
Cuando llega de la calle
el perro mueve felizmente la cola
y a los dos les da lo mismo
cualquier sistema social.
(Fuente: Cecilia Pontorno)
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