MONTURAS
Sobre el lomo del escritorio se tiende a confundir
la tinta con sangre, el sudor con rocío, la letra
lo casual con lo causal, la poesía con una mujer,
la soledad con uno mismo.
Sobre este animal desbocado se tiende a confundir
el artículo con el pronombre, la palabra paz con la paz,
el silencio con la mudez, el dolor con la ventaja, el delirio
con la consagración, el amor con una mujer, la poesía
con otra mujer y la palabra muerte vaya a saber uno con
que lejano enemigo.
Mi caballo no se llama Rocinante.
(Fuente: Richard Poetus Rojas)
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