Nacimos señaladas por el milagro
con el ritmo de la luna
y la humedad de la tierra
en nuestros cuerpos
Después
ardieron las hogueras
se alistaron los cepos
reforzaron las cadenas
fuimos cubiertas
con los vestidos apropiados
ataron nuestros cabellos
y nuestro instinto
trajeron sus espejos
borraron nuestro reflejo del agua.
Olvidadas de lo que somos
amamos
parimos
hablamos y callamos
según fue mandado
pero a veces
nuestra naturaleza emerge
como un estremecimiento fugaz
o un grito
entonces nos descalzamos
y llevamos los pies
hasta algún lugar
en donde
intuimos
comienza el camino de regreso.
Silvina Felice - 2017
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