Acá y allá
Montañas desnudas hasta los huesos ojos que queman por el napalm En vez de hambre y de sed el rumiar de la arena y los puentes a punto de estallar La casa paterna se alza como una fuente del fondo del valle y las palabras dichas plantan árboles nuevos en este cañón árido un pelaje de bosques se derrumba –sobre las hojas corre el cielo azul de Prusia Por las venas de las tórtolas y por las de los uadis corre el cielo de nuestro país Esta tierra entre las aguas de nuestras miradas de nuestros recuerdos se deslizó como un pez salvaje profundo ciego y suave dentro del vientre tierno de las aguas esta tierra por la que caminamos no llegó a nacer ya no eran los árboles la sombra ni el viento la fecundación Pero las palabras reponen como se dice de alguien que está enfermo y las palabras cielo árbol casa nos reponen también con su respiración que nos vuelve a traer hasta las fuentes de los nombres sepultados bajo el peso de sus usos de los nombres propios para todos de los nombres comunes.
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg Dib
No hay comentarios:
Publicar un comentario