miércoles, 20 de noviembre de 2024

Brenda Hillman (Tucson, Arizona, EEUU, 1951)

 

No se puede leer al árbol novia 


El árbol novia planta sus raíces
debajo de los filos. Está ahí
cuando morimos & cuando nacemos,
las ramas del medio & las de arriba 
extendidas de a miles de millones
hacia el corazón del planeta
durante una revolución que no vemos.

Los quarks & los leptones se enfrían
en sus tallos infantiles, hacen girar el cerebro
giratorio de la materia, en su huida al agua
oscura eléctrica, especies con nombres
que el árbol puede retener a la sombra 
del esquisto que trae la ambulancia del arte;

nadie más que vos sabe lo que pasó
con el vestido que te pusiste en el sueño
de la expiación, el árbol desplazado en
el sueño con el que te vestiste, un dolor
soportable una vez sola, bordes 
que buscaban liberarse de la envidia 
en pos de una pérdida más perdurable,

una forma para pasarle por al lado, que
resistió la vergüenza del tiempo,
con colores que saltan de la descripción
sobre un incendio de rizomas que se despliegan
por una alfombra arable que en general
no es sencilla pero es tranquila & libre–
 
 
 Traducción de Ezequiel Zaidenwerg 

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