jueves, 30 de marzo de 2023

Carol Ann Duffy (Glasgow, Escocia, 1955)

 

La señora Sísifo




Otra vez empujando la piedra cuesta arriba, testarudo.
Digo piedra, pero es grande como una iglesia.
Al principio, no era más que una molestia,
pero ahora me sulfura este asunto, y él, grandísimo boludo.
Quisiera clavarle un cuchillo.

Piensa en la plata, me dice.
¿De qué sirve la plata, le chillo,
si ni siquiera te das tiempo para descorchar un vino
o para ir al parque a caminar conmigo?
Es un cretino.
Desde lejos viene gente a verlo, expectante.
Creen que lo hace por extravagante,
por bromista, por pura diversión.
Por terrible huevón sería mejor dicho.
Lo mismo daría que fuera un pichicho
ladrándole a la luna…
En cuanto esa piedra del carajo
llega a la cima, rueda otra vez cuesta abajo
y vuelve a su cuna.
¿Y qué dice él?
¡Sin decaer!
Infalible como un halcón,
implacable como un tiburón,
¡Sin decaer!

Pero sola de noche en mi cama,
me siento igual que la mujer de Noé
cuando él martillaba y martillaba su Arca,
o como Frau Johann Sebastian Bach.
Mi voz reducida a un graznido,
mi sonrisa un gesto torcido;
mientras en la ladera se adensa la sombra,
y él entrega todo y más a su obra.


(Traducción de Mirta Rosenberg y Lorea Canales)

 

(Fuente:  Life vest under your seat)


 

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