martes, 14 de abril de 2020

Søren Ulrik Thomsen (Dinamarca, 1956)


Dedicado a todo lo que lleva mucho tiempo en la lluvia...  

 

Dedicado a todo lo que lleva mucho tiempo en la lluvia
en el calor en la sombra en el viento en el mundo;
a todo lo que está amarrado a la vida
mientras el sol quema su silueta empañada.
Y a todo lo que debe volar de gota en gota
por la cal de las paredes y la gasa abollada de la bajante
para aparecer primero como óxido, luego como polvo —
no es casual que se nombre el aumento negativo,
el cardenillo, la corrosión y el recubrimiento,
pues esto está dedicado a todo lo que no tiene casa
y busca vivienda en matorrales de la red eléctrica,
a la orina, a un dibujo hecho sin pensar.
No dedicado al esqueleto del bacalao,
blanco en el plato blanco,
sino a las fibras del pez que está pudriéndose
entre un diente de oro y uno de plata;
la sangre que se escapa de la cera del hilo dental
y reluce en el espejo ante tu cara.
Tu cara que no se puede ver en un espejo,
sólo en otra cara.
 
 
 

en Revertido (1991), incluido en  Copenhague huele a París. Antología de poesía danesa contemporánea (Nórdica libros, Madrid, 2016, trad. de Daniel Sancosmed).

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