lunes, 20 de abril de 2020

Mario Nosotti (Buenos Aires, 1966)


Columnata

 
la primera columna abre la procesión
la primera columna
la posesión de fuego
atrás el sustraído de durmientes
sedimento a la espera de la revisación.
en un cuerpo apretado en un cuarto chiquito
la falange. al momento indicado
todo sirve. a cada tecla llega San Martín.
batalla es la coreografía
de dedos que percuten la cuerda en sucesión.
avanza la sutura. el terreno se cierra.
la pérdida es total en las admoniciones.
ahogada rebeldía ¿dónde fueron
esos grupos osados depurantes
esas gargantas finas que el desierto
arengó? la primera columna
lleva al frente la imagen de la virgen.
levita en el mantel de la tarima ocultando
hombros que la resisten y aceptan
sumisión. En ese orden de cosas
una estructura vacua la sostiene
su celeste vestido todo lo sobrevuela.





Narciso


como ese viejo que bajo la sombrilla
a duras penas se incorpora
y deja atrás revistas lona
reposera y familia, y sosegadamente como quién
sabe bien lo que quiere,
camina hacia la orilla hundiéndose en el mar
así también yo busco distanciarme
de las cosas concretas
lo que está enfrente mío esta
mesa lo que veo incluido
lo que creo que oigo
la gente que entusiasta
debate allá adelante en el jardín.
Trato de alzar el vuelo carretaendo
encima de las mesas los arbustos
ser Saint Exupery sin más comercio
ni trato con el mundo


………………


Una hormiga que sube por el cable
la terraza argentina calcinada
y otras hormigas negras merodeando
su plan de operación.
Un toque transmisor y a segur el camino
el que no está trazado en éstas vastedades
nubes despanzurradas por el filo
de los acantilados. No hay figuras humanas
no hay especies cercanas a la mía
ni huellas que atestiguen de ese
que un día caminó por este sol.
Ahora subo mi cuerpo hasta el último piso
la mochila de pocos pensamientos
el ascensor se abre
traga la luz y expulsa un respirar.
Los tumultos del mundo son apenas sonido
suelo lunar donde rolan olas secas
pocas hormigas siguen contra ruido y marea
recorren la planicie con sus rueditas negras.



(Fuente: Música rara, blog)


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