martes, 21 de abril de 2020

Rocío Cerón (México, 1972)


Paspié

 

Orza el timonel (la casa será el mundo)
con la calma de la pausa el mar recorre la proa, deletrea la quilla,
silencio a derredor, un golpe apenas se aparea:
goteo de alcohol sobre la borda.

Anda curtido de sal, de rastros minúsculos de cielo
(irrumpen olas a destajo)
crujidos, madera engarzada de tempestad y rabia,
irrumpe un paso más:
la caída de un cuerpo en las amarras.

Sin paz, sin voz, mecido al viento y a la suerte,
atrapado por el olor a yodo (el laurel no habita en su cabeza)
sujeto por la sal que trae consigo la desventura,
huele su líquida fortuna.

En la almadraba los atunes (prisa y bravía, sopor),
ante el calor la ocultación de la fiebre, el pasmo;
embrutece el ruido al oído, rastros, olores:
en el ámbito de su piel (paisaje) se solazan los insectos.

incluido en La luz que va dando nombre. Veinte años de la poesía última en México (1965-1985) (Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Puebla, 2007, selec. de Alí Calderón, José Antonio Escobar, Jorge Mendoza y Álvaro Solis).

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