
MI PRIMERA VISITA A SOFÍA
No era la estación de las rosas,
pero el perfume de sus raíces
me llegaba al corazón.
Asomaba Octubre y parques y bosques
se alzaban encendidos
por el relumbrante otoño:
Sofía era una rosa amarilla.
(Ser roja es su vocación natural).
Capital de la paz.
Capital de la poesía.
Los niños crecen sanos y salvos.
Los campos de batallas
hace tiempo que son campos de flores.
Cuando partí caía la primera nieve
y Sofía semejaba una rosa blanca.
(Ser paloma también es su vocación natura).
Aquel octubre de 1973
la encontré de oro y la dejé de plata.
En: Winston Orrillo
Bulgaria. Un país joven de 1300 años (1981)
Lima: Editorial Causachun, 1981, p. 147
(Fuente: Óscar Limache)
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