Las voces de los chicos,
acá fuera,
las palpan los vestigios
aniñadas, y las diurnas
ranas.
Será un comienzo de río,
o el pálpito distraído
de ir,
siempre más lejos,
con la mirada del sueño
y aquellos sustos primeros.
Saltó el lugar,
el siglo afuera fue
apenas te escuchaban
el espacio y su ventana,
las palabras fugaces
al oído niño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario