EL ROSEDAL
Un virus con clase dentro del tórax.
Intraducible al ser que habita dentro del cráneo.
Es entonces el poema un campo sembrado.
Sembradío donde verter sentimientos y emociones.
Cuántas semillas escapan de un grito de furia?
Engendra la furia semilla alguna?
La dicotomía es ley natural.
Sin furia no hay serenidad.
Cómo escribe versos el arado?
Entrenar la inocencia no es para débiles.
Paralelos donde diseminar tu furia simétrica.
E invocar a las fragmentadas nubes
en batiente, circular movimiento
que salpiquen este suelo de muerte incipiente.
Cielo de todos los ángeles
dame tu golpe más blanco sobre este hielo negro.
Que susurre el viento
sibilante caricia contra toda plaga de malicia en el mundo.
Los versos y yo, los versos y yo
necesitamos reunirnos
en este rosedal
que no ha sido sembrado todavía.
Sin prisa sin pausa
Chivilcoy, Buenos Aires, Argentina
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