Go, go, go, said the bird *
El viejo maestro vivía en un peronismo trasnochado,
metido en una cueva con bibelots y sillones,
adoraba un paisaje con un lago azul en el esmaltado,
mientras los nuevos dirigentes
recorrían la ciudad con lanzallamas.
“Somos inclusivos, tenemos vocación de servicio”,
le dijeron, “volvé a la militancia, al buen comer”.
El maestro decía llueve en mi patio y las dalias se inclinan.
Es oprobioso para nos, muchachos,
el espectáculo natural.
Huelga el social.
En mi mente
se borran los dirigentes
de suerte
que la invaden la pregunta, la sombra,
el problema sin resolución del masoquista.
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*T. S. Eliot.
El hombre del codo en la ventana/Barnacle, 2024.

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