SEIES POEMAS EN PROSA
CRÓNICA DE LA GENTE QUE AMA LOS GATOS
Pocas cosas sabemos sobre los gatos. Sabemos que su cabeza es del tamaño de una rosa natural y que es similar en peso y volumen al puño cerrado de un niño. Pero también sabemos que el rostro del gato nunca está en un solo sitio.
Mientras permanece adormecido en las manos de Grecia, mi hija, también está en el árbol de una vida pasada, bebe leche de almendras en una casa en Estambul, cruza a los vagabundos a la otra orilla del Leteo, devuelve con una arcada una bola de cabellos o está donde alguien cincela su rostro para la tumba de un rey.
BALADA A LA HORA DE DORMIR
–PLAYA ICACOS–
En los días menstruales, sobre una herida bíblica y memoriosa, aguardo. Bajo la palma de mi mano tu vientre es un pozo atormentado. No es tu cuerpo sino una máquina original que proviene del paraíso olvidado. Sé natural como en el parto, dice John Done.
Sobre tus adentros una flor roja se abre: empiezo por el dedo índice seguido por el medio hasta meter en ti el puño completo, tembloroso, del tamaño de un corazón humano.
CARTA PARA UNA INICIACIÓN
Su cuerpo está tan poco aventurado por estos placeres que disfruta como una aldeana en los columpios del bosque. Para sus adentros piensa con vergüenza en el padre, pero me pide que no me detenga. Sin salirme de ella, cambio de postura. Me gusta colocarla en posición fetal frente a mí y preguntarme qué es lo que mira, puesto que ya no es a mí a quien mira. A través de mí, que soy transparente, hay una torre más alta donde también miraba la santa Teresa. Sí, goza, ¿pero de qué?
CRÓNICA DE LAS ESTRELLAS
–VERACRUZ–
No se puede cortar una rosa sin alterar una estrella. Por esta revelación el abuelo sabe que el cometa que se aproxima vendrá a perturbar el crecimiento de las legumbres y agriará la leche de los bovinos. Las mujeres encintas traerán a la comarca mezcla de hombres y asnos. Sucedió lo mismo con el eclipse; un sol negro mantuvo confundidos a los gallos.
Las bestias de carga cabeceaban abrumadas, era así. Pero dime, ¿qué somos nosotros, además de criaturas sencillas hechas para contemplar seres humanos y animales arruinados por igual por las leyes del cielo o por aquella llamada música de las esferas?
Si la estrella tarda en consumirse, mientras cae, nosotros inconscientemente tocados por el cielo apresuraremos la hambruna y el mal destino.
EXCUSA PARA JUSTIFICAR UNA FALTA
Estuve perdido en una isla del Mar de Cortés. Había una cuchilla en la barca de un pescador y su filo presentía el duelo amoratado de los próximos moluscos. Una mujer orinaba a la orilla de la playa. Al terminar me hizo pensar en una tortuga que desova y cubre en seguida con sus extremidades el agujero que escarbó. Los huevos apenas salidos del vientre eran unos espejos de mano que brillaban contra la luna.
CRÓNICA SOBRE LA FOBIA A
TENER LAS UÑAS CORTAS
Cuando Gabriel el velador de la primera casa, un viejo que vivía con su madre, me cortó las uñas a ras de las yemas, yo tenía 6 años. Le siguió después la maestra de primaria. Era una mujer con una cabellera rizada y roja como un enorme diente de león. Había con ella una fragancia a cloro bajo la falda corta y azul, siempre azul, que enloquecía sin saberlo a los perros de la escuela. Más adelante una novia triste, grandes ojos de pájaro, 5 años mayor que yo, continuó con lo mismo. Manos limpias y cuidadosas para la eyaculación femenina, me decía. Persistió el maestro de guitarra y después mi madre. Finalmente mi padre me enseñó lo siguiente: las uñas del ser humano, como la lengua y la nariz y los cabellos continúan creciendo aún bajo la tierra. Las proteínas junto a las causas para arruinar a un hombre son las últimas en desabastecerse.
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de Fábula y Odisea (2020)
Fuente: Vallejo and Co.
(Fuente: Oscar Vicente Conde)
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