¿Farenheit 451,
aparatosas quemazones
nazis,
censores,
brutalidad del gulag?
un celular,
la tele,
un mall,
la oferta de un calzón,
para que
los libros
tan repugnantemente
aristocráticos
que hoy
nacen y mueren
como insectos
de un solo día
desaparezcan
en las catacumbas
del olvido.
Y quien diga lo contrario,
disculpas,
le chinga al florilegio.
- Inédito-
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