sábado, 8 de marzo de 2025

Luis O. Tedesco (Buenos Aires, 1941)

 


Disimulo, no hay yo para mi calce
ni quién en el remoto que me trajo.
Camino en el dequé de la apariencia,
la voluntá, recule negociable,
trama templos al fervor de la especie,
sagrarios que tinieblan el andar.
 
No hay luz, la oscuridá desaparece.
 
En el alto vaivén de la penumbra
nada me detiene, alguien no me espera,
alguien no espera lo que yo no doy,
no asoma de mi carne su deleite,
ni empalagoso su nutrir donaires,
inédito de imagen lo vaciado.
 
Ausentes como piélago sin verso,
yo con miyó se extrañan ciudadanos.
 
 
(Fuente: Daniel Rafalovich)

No hay comentarios:

Publicar un comentario