VEJEZ
Todo pasó
bajo el puente:
los vericuetos racionalistas,
las apatías y entusiasmos,
la sangre y las tácticas
y los glóbulos democráticos;
hoy,
la tierra que se incendia
y no hay marcha atrás,
las preguntas con respuestas
y las que no,
las ortodoxias y los aires
de luz,
la moral del cocodrilo,
los fanáticos y sumisos,
el regodeo del celular, el cáncer,
los rayos asesinos del converso
y el pedorrista chamuyero;
se pincharon las velitas
y quedó el cotillón,
la violencia
aquí a la vuelta,
y la grande en la otra esquina,
los malls se adueñaron
de nosotros,
la guita se fue a Panamá
y el colchón se reforzó,
hoy,
mejor un viaje a Venecia,
de aburridos nomás,
a las románticas calles
de La Habana
donde abunda el florilegio,
las bondades de Wanda Nara,
y el cacareado regreso
de los que no regresarán.
Se va la vida,
el olfato,
los tímpanos,
la reflexión
que tranquilizaba
pero era placebo,
y en el último rincón
bautismo y connubio:
pelotudos en el mismo cuadrito
de la caricatura,
giles en el ingobernable
pueblujo que perdió las estribaciones.
- Inédito -
No hay comentarios:
Publicar un comentario