lunes, 10 de marzo de 2025

Héctor Giuliano (Piamonte, Italia, 1947)

 

Me admiro
y me readmiro
-no lo digo
en peyorativo
ni con otra intención,
ya que en nuestra hispánica
herencia
hay que demostrar todo
con una pila fojas y expedientes
sin causar daño frontal,
real o ficticio-
de la envidiable soltura
conque algunos escri-bientes/dores/
tores/ toras o como minga se diga,
expresan
los meandros,
lechos de río
y detalles
de sus producciones,
que no son ,
son
o serán
o nunca serán,
pasto del mercado,
papeles desleídos,
rentas vitalicias,
desembolsos felices,
o caerán
en el abismo saludable
del olvido.
Usan palabras y giros
que son retortijones
de giros y palabras
que uno parece haber
leído u oído
durante años
y luego amasadas
con despechada prolijidad.
Me es
total-mente
ajena
esa trabajosa elaboración,
a todas luces
emitidas
alguna vez
por críticos
del montón,
y sus alumnos repitentes.
Y los textos,
en su mayoría,
escapan
a las minucias
deseables
del autor/a/e
y conforman
un opúsculo paralelo
inficionado y pueril.
 
No sé,
no tengo idea,
me es
absoluta-mente
extravagante
como se comenta
algo que debería
tener autonomía
y que hablase en mudo
para quien lo lee
en silencio
y saca conclusiones.
 
 
Héctor Giuliano
- Inédito -
Con las debidas licencias eclesiásticas.

 

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