martes, 11 de marzo de 2025

Quinto Horacio Flaco (Venosa, Italia, 65 a C. - Roma, 8 a C.)

 

Oda III, 30

Construiré un monumento que dure más que el bronce,
más alto que los túmulos regios de las pirámides,
que no puedan destruir ni la lluvia voraz
ni el Aquilón frenético ni la innúmera serie
de los años, ni el tiempo con su fuga. No voy
a morirme del todo, y gran parte de mí
va a evitar Libitina; gracias a los elogios
de la posteridad, seré siempre reciente
mientras suba el pontífice conduciendo a una virgen
callada al Capitolio. Y se dirá de mí
donde resuena el Áufido violento, y donde el Dauno,
pobre en aguas, reinó sobre pueblos agrestes,
que, antes humilde, ahora poderoso, fui yo
quien primero tradujo la poesía eolia
al itálico modo. Melpómene, asumí
la soberbia, con méritos buscada, y el cabello
ceñime de buen grado con délficos laureles.
 
 
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg Dib 

 

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