NADADOR
Cuando entras al agua
ya no eres cierto.
Se llaman dinoflagelattes fosforescentes
y esta noche
han encendido su reino en la laguna
para que un hombre nade
fulgurando en el agua
como una criatura del zodíaco.
A cada brazada emerge
con sus cenizas vivas
entre la felicidad de las moléculas.
Y se va yendo
por el torrente de voltajes
cada vez más lejos de lo que ha sido,
nada
brillando hacia el fondo de su oscuridad.
Como tú, como yo,
nada
hasta apagar su estrella.
Serie poetas poetas
Fotografía Enrique Hernández-D’Jesús
(Fuente: Enrique Hernández-D’Jesús)
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