Querido dr. Frankenstein
Yo también conozco la ciencia de construir hombres con fragmentos a media luz y que me parta un rayo si no cae el rayo porque me olvido que uno puede tener el dedo gordo de un ladrón, otro el brazo de un asesino, y veo irse a los hombres que creé como una idea que tendría que haber anotado, como un vehículo atorado en marcha atrás, como el monstruo que Dios conoció no bien Adán les puso nombres a los animales y se adjudicó a Eva, apartándose del cielo por ella como si hubiera sido suya. Ninguna palabra de él se podía domar. Ninguna ciencia. Ningún diseño. Nada en contacto delicado con su mano, ni tu mano, ni la mía, nada de lo que erigimos es nuestro.
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg Dib
No hay comentarios:
Publicar un comentario