Oración tardía
Que nuestras armas sean inventos femeninos, eficientes y amantes de la vida. Que salgamos volando como hierbas, medicinales, omnipresentes. Que la tierra doliente nos abra su farmacia. Que quien sienta cansancio se pueda relajar al sol hermoso. Que nuestras almas se humedezcan y nos revelen. Que la destreza guíe nuestros actos, como cuando una vuelve a respirar tras una pesadilla en la que se asfixiaba. Que la oligarquía tenga lo que comer en el alma. Que participemos de la inteligencia en la que estamos. Que al crecer se nos haga carne el nombre. Que la violencia política sea una pestilencia que despierte. Que no nos distraigamos. Que nuestra alegría multiplicada sea el poder al repartirse. Que nuestra riqueza sea común. Que la oligarquía salga de sus fortalezas y sane sus heridas psicológicas. Que su riqueza vuelva a la gente y a los lugares. Que sepamos cambiar de posición, subamos y bajemos, demos vuelta carnero. Que podamos sentir la enorme intimidad. Que nos quiera ayudar.
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg Dib
No hay comentarios:
Publicar un comentario