sábado, 1 de febrero de 2025

Rita González Hesaynes (Azul, Argentina, 1984 / Vive en Berlin)

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LAZARILLO

 

Dijo el español que se ahogó una criatura en uno de los pozos de la finca y que miraba al cielo con los ojos inmóviles
También dijo que un niño se había ahogado en el río buscando con la vista una rosa en lo hondo
Y un argentino dijo que eran el mismo niño bajo distintas formas
Dijo el inglés que esa mirada última le pertenecía entera al plenilunio
Y el irlandés bramó que la diosa cambiante lo había traicionado como al pastor de Arcadia
El chino contó que toda luna se contempla mejor reflejada en el pozo
El peruano juró que fue la luna la ahogada por el niño
Y el chileno que el niño decía aún sus adioses desde el corazón de una muchacha
El estadounidense sonrió imperturbable porque una sola gota de las aguas estancas vendría a declararle su pasión
Vino el indio a explicar que hay que disolvernos como un hombre de sal en el océano
el libanés que somos precisamente el mar
el egipcio que el agua sepulta hasta a los dioses
El haitiano invocó a sus patronos para que el niño caminara de nuevo
Y el palestino errante lo llamó con amor
 
En el fondo del pozo se unieron nuestras voces
Y el niño caminó
 
 
 

ESTA ESCENA FAMILIAR

 

Habrá que ir aprendiendo sus nombres
ahora que viven con nosotros
y se sientan a comer a la mesa las Fuerzas Armadas
y a tomar café
Echo dos terrones de azúcar
Revuelvo cinco veces
Apoyo la cuchara en el plato sin ruido
Entro al dormitorio
dejo la mochila en la cama cerca de las Fuerzas Armadas
que no hacen movimiento
Saben mejor que yo lo que contiene
y lo que yo contengo
No sé lo que contengo
Olvido cómo sentir las emociones
ahora que a mis emociones también las sienten
las Fuerzas Armadas y la Inteligencia del mundo
conectado a sí mismo como un cerebro colosal
inexorable
Abro el ropero donde las Fuerzas Armadas montan guardia
en mis mejores trajes
Saco la remera de dormir
pienso que estoy cansada
y que es un pensamiento traidor
y que las Fuerzas Armadas lo conocen y dirigen hacia mí su sospecha
Es necesario distraerme
un placer permitido que se sienta un poco peligroso
algún trago de violencia sexual
bajo la tutela de las Fuerzas Armadas
que dirigen el acto con maestría
hasta que suenan trompetazos
y entran tiesos los coroneles
y de pronto todos nos quedamos callados
de cara a la pared casi tristes
o quizás casi alegres
pero ya no sentimos emociones de manera espontánea
todo va acorde al plan de la Naturaleza
y la intervención de las Fuerzas Armadas
y el Espíritu Múltiple que las moviliza
portando siete libros
siete coronas
siete guadañas
siete monedas de oro
¡Respetamos al grande!
¡Admiramos el temple del hombre superior!
me hacen declamar las Fuerzas Armadas
abriendo y cerrando mi mandíbula
como cuando hacía hablar a los muñecos
Ahora mi niñez es también la niñez de las Fuerzas Armadas
y hasta mis ojos llevan sus colores
Hemos logrado ya cierta convivencia
cada vez son más indistinguibles de mí
También yo sospecho de mis pensamientos
y mis pobres panfletos
¿Será este uno más de los placeres ingenuos que me ofrecen?
¿Son estas palabras sus palabras?
 
 
(Fuente: Tema: Poesía)

 

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