CAMBIAR DE JUEGO
'Juguemos en el bosque
mientras el lobo no está".
Pero el lobo está
en una guarida de traidores
(siempre al acecho)
y reaparece
en la comparsa
ungido
con un bastón de mando
y sin disfraz.
Si no alcanzó
ni alcanza con alertar
"¡Que viene el lobo!"
(como gritó el poeta),
no hay que contar hasta diez
para cambiar de juego
y que se vaya:
el lobo
nunca será
el patrón de la vereda.
(Punto y coma,
ahuyentando también
al lobo que llevamos dentro
y el que se escondió
se embroma).
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Friedensreich Hundertwasser – "Cosas que crecen en los jardines amados"
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