de "vox horrísona"
Jardinera de Cizaña
*
¿Quién soy yo, ser sin forma
que el océano roe?
Francois Mauriac
1
– Por arriba
donde nunca puedan
verla,
tu señal,
jardinero de cizaña
– ya vienen tras de ti.
Pronto,
por arriba tu señal.
Cielo nuevo
que por un momento
del alma al corazón
creímos nuestro.
Desvanecido ya,
triste es tu huida,
intento, afán
amado, florecido…
Donde uno, una vez
quiso llamarte
rostro, corazón, luz y silencio,
suyo serás, no serás nuestro,
perdida así
toda tu vida.
2
Hemos vuelto a vivir
lo mismo
de ayer y
de mañana.
El agua sube ya,
cubriendo
los días
y las horas;
de mí
ya sólo queda
el mar claro y naciente,
de mí
ya sólo queda
el mar, triste, apagado.
3
Poniente sol,
perdida tu belleza,
oculto ya, no hallado
tu destino.
Solo serás, siempre;
infinito en su ocaso,
inmenso tu silencio.
Estarán en ti tan sólo
las rosas muertas,
canciones sumergidas,
tinto en el mar,
inmóvil en tu vida,
ignorado tu cielo.
4
Aunque nada hubiera
llevado al mar con mi alegría,
no sentí nunca
el sonido de las ondas,
la espuma en la ribera.
Ahora
el amor a las playas
es demasiado
lejano.
Sin el soplo
fugaz de la arena,
brota el mar
desde el fondo
sin hallazgo.
5
Cerrado, adormecido cauce
de todo lo que aún quisimos
deshecho ya, deshecha vida
cerrada hacia poniente la sonrisa
Poniente sol, que no regresa
a cubrir de luz
lo ya apagado, no vivido,
tan limpio de recuerdos.
Legiones de senderos inconstantes
que el mar y lo ignorado
cierran juntos.
Sabemos ya el final,
aún así inmenso es el fracaso,
muertos ya, cerrada la sonrisa.
6
El agua al fondo
cortada
en la línea de las algas.
Yo pensaba en el mar
como cuando leía
y el mar sonaba igual:
No es posible sentarse,
los bancos están mojados,
los bancos están mojados,
y podridas las maderas.
Porque ahora han llegado
el mar y los senderos
a la proa en la noche
sobre ondas azules
y no puedo tomarlos.
No es posible sentarse.
Viven aún como arena
las luces de la calle.
~
Constelaciones
*
I
Los signos del Zodiaco
*
Géminis
Es
extraña nuestra canción. Es demasiado triste y antiguo lo que cantamos.
Nuestra canción no nos pertenece. Y si se nos oye en las noches en las
ferias, es porque no somos ajenos al cansancio y la gloria, porque la
paz que encontramos alcanzará a cubrir por un día el deseo.
Hemos
llamado en nuestra ayuda a la fatiga. Hemos subido los muros. Hemos
dejado en casa al hermano, al mismo hermano que guarda -quizás sea que
volvamos- el gastado cuaderno de sus labios.
Hemos
ascendido los mares, uno a uno llegado. Y es que Nave, lo más Sur y
vencido, nos aguarda. Y tal vez este juego que inventamos, este juego en
que ardemos confundidos, ha venido de sus manos a las nuestras.
Y
en nuestro corazón, que jamás fue duro, es poniente ahora. Porque pese a
que fuimos simples e inalcanzables, hemos sobrevivido al hermano. Lo
hemos dejado, ciego y amargo, en sus viajes no emprendidos: sólo trazos
de los dedos silenciosos sobre el mapa.
~
Aries
Tomamos de la Estación que muere
Los despojos.
Tomamos los añicos lucientes
Del Verano.
Con ellos en la tarde, heridores del Estío,
Entretejemos
El recuerdo pacífico y cruel
Del aire helado.
~
Scorpio
Hacia furia este camino:
Esta calle bajo luna, bajo áspera luna,
Sin esquinas. Los prestigios del agua
Que nos muestra sus lentos pilares derruidos.
Algo recordarás aquí de la canción de la tierra,
De la música girante de la esfera.
Algo recordarás de la majestad de los días perdidos,
De los días atados en las manos, como cintas:
Esto es lo que en la noche se acompaña.
Inimitable es esta melodía:
Hacia estanque las tardes que bebimos en las calmas
oleosas.
Hacia furia conduce esta canción.
Aunque el dulce Noviembre
Nos derribe en estrellas,
Elevados.
~
Piscis
Es el Sur quien nos lleva y nos olvida
Hacia el alba postrera. Sus presagios,
Aprendidos sin miedo en las estrellas,
Son tan sólo la forma como el agua
Centelleante ha llegado.
~
Acuario
Jugador de tenis de una noche
Al regreso, Acuario, constelado.
Yo no sé si esa prisa que alcanzaste
En tu duro golpear en la fatiga
Tenga un término de paz o de deseo.
Sueña, Acuario, caído en los espacios,
Todo pleno en tu mudo parecer, en tus heridas
Errante, confundido, entregado
Al Oscuro y al cansancio.
Sin embargo a nosotros nos es dado
Nunca a tu forma llegar,
Nunca un lugar en tu juego
Entre luces crecidas en alambres.
Los gimnasios del mar son esta brisa,
Estos peces extraños: pobres signos del agua
Que en su ascenso a la dicha se han perdido.
~
Virgo
Tú debiste estar
Cuando sol y espiga.
Agosto era un mes tan simple.
Agosto es el mes más simple.
Yo soy ahora quien sueña,
Quien dobla lentamente
En las esquinas.
~
Tauro
Qué antiguas estirpes del dolor
Vivieron en tus entrañas, toro.
Toro formado a imagen
De mi insomnio.
De qué ocultos guariques, como humo
Surgió tu alma: crótalo negro,
Toro entre banderas.
Crótalo en la selva de la arena dorada.
Si creado contemplo tu amargura,
Tu alma, toro,
Se torna en mi celeste compañero:
Tuyas son como mías
Las fugaces visiones
De esta tierra.
~
Leo
Madrigales, los cornos, los oboes.
Los malditos silencios de las acuerdas.
Las encíclicas del padre muerto en Roma
Ya después de la guerra en mis mentiras.
Sus mentiras. Los letreros del cine de mi barrio.
Una dulce y sensata podredumbre: los leones.
Qué diré de los leones.
Grises fieras nacidas sin el habla,
Sin el hondo sentido de las violas.
Nunca solos ni perdidos en cinemas.
Nunca en Roma.
~
Capricornio
Construimos un burdel que entregaríamos felices a los ángeles.
Pagamos con el diezmo sagrado el pecado abominable.
Abjuramos de la fe ante el hueso caído del patillo.
Sólo así podemos abandonar la casa de los Trópicos gigantes.
~
Cáncer
Sólo a lujuria y astucia
Es eterno aquí el amor:
Abismo de veladas literarias,
De valses y colectas.
Un plañido de melismas estancadas se levanta
A nivel de arcos y pinos.
Esta es la única canción que balan,
La única canción que aprendieron las jovencitas
En la turbia y seca paz de las historias bíblicas.
Sólo cuando la noche descabalgue,
La noche que preludian los tubos talados del órgano
En las iglesias:
Rodará por las calles la nostalgia
Y brillarán al viento
Las luces de los fósforos.
~
Libra
Es noche. Y han llegado,
Venciendo las nubes,
La estrella sutil,
El pérfido planeta
Y la magia
De las regiones áureas.
~
Sagitario
Colmada,
conmovida ha quedado la tierra tras tu paso último. Subes: son sombras
las que arrastras en tu ascenso, y no es fácil llegar a sus designios.
En
el pesar del agua entre los rieles, supiste que en las ramas postreras,
donde el sueño y el tedio te elevaron, la caída cansada te aguardaba.
No dudaste ya más, vagaste inmerso por las carpas absurdas. Tu
inocencia, tu inocencia aprendida en los colegios, ineficaz e inerte,
hasta el último día en que agobiado revelaste a tu pena que morías.
Ahora
asciendes. Si tu juego y la tarde flotan juntos, sé que existes,
extraño y nunca fuerte, frente a aquello que venga de los astros.
***
Vox Horrísona. Madrid/Lima: Esto No Es Berlín/pesopluma, 2019.
(Fuente: La comparecencia infinita)
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