Nunca
florecerá el poema
en lápiz y papel,
nunca en soporte
blanco
ni en micrófonos de cofradía,
nunca en "te pondero
y me aplaudes"
nunca en bibliotecas
ni ágapes.
Nunca.
Como expresar
la reprofunda gestualidad
del oxígeno y la célula,
la esencia
del objeto,
el silencio de la tierra
y de las cosas,
la tiranía perpetua
del hombre,
la incomprensible
vida de la no vida.
Flojera humana,
creencias inmaduras,
calcinadas doctrinas,
fueguito candoroso,
mimos que aletean,
cositas que flotan
y se pierden
como aire caliente.
Inedito
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