viernes, 18 de noviembre de 2022

Paul Celan (Rumania, 1920 - París, 1970)

       

         Fuga de muerte


Leche negra del alba la bebemos de tarde
la bebemos temprano y en medio del día la bebemos de noche
bebemos bebemos…
Una fosa en el aire cavamos donde holgados yacer
Vive un hombre en la casa que juega con sierpes y escribe
que escribe en la noche a Alemania tu cabello de oro Margarita
eso escribe y sale de casa y un fulgor de fuego de estrellas de un silbido convoca a sus perros
a sus judíos con silbos congrega y les hace cavar una fosa en la tierra
nos ordena tocar para un baile

Leche negra del alba te bebemos de noche
te bebemos temprano y en medio del día te bebemos de tarde
te bebemos bebemos
Vive un hombre en la casa que juega con sierpes y escribe
que escribe en la noche a Alemania tu cabello de oro Margarita
tu cabello de ceniza Sulamita y una fosa en el aire cavamos donde holgados yacer

Y nos grita hincad más la tierra y cantad vosotros vosotros tocad
y se saca el acero del cinto y lo blande son azules sus ojos
y clavad más las palas vosotros y vosotros tocad para el baile

Leche negra del alba te bebemos de noche
te bebemos en medio del día y temprano te bebemos de tarde
te bebemos bebemos
Vive un hombre en la casa tu cabello de oro Margarita
tu cabello de ceniza Sulamita y ese hombre juega con sierpes
Y nos grita más dulzor al tocar esa muerte es la muerte un experto alemán
más oscuros arpegios de cuerdas y podréis ascender como humo en el aire
y tendréis una fosa en las nubes donde holgados yacer.

Leche negra del alba te bebemos de noche
te bebemos en medio del día es la muerte un experto alemán
te bebemos de tarde y temprano te bebemos bebemos
es la muerte un experto alemán su ojo es azul cual acero
él te acierta con bala de plomo te acierta certero
vive un hombre en la casa tu cabello de oro Margarita
él nos echa sus perros encima nos regala una fosa en el aire
ese hombre que juega con sierpes y sueña la muerte un experto alemán
tu cabello de oro Margarita
tu cabello de ceniza Sulamita.

(Traducción de Aníbal Campos)

 

 

"Fuga de muerte», probablemente su obra más conocida, escrita casi veinte años antes, anuncia el fatal desenlace en lo que, en realidad, es el relato descarnado de la vida cotidiana en un campo de exterminio nazi, perfilada a través de la estructura musical de una fuga, donde los mismos temas, retomados por diferentes voces, sufren variaciones, repetidos una y otra vez. Cómo no imaginar que esa «leche negra» prefigura el agua oscura en la que se ahogará el poeta, quien nunca pudo superar el trauma de los crímenes cometidos por los nazis contra su familia, máxime cuando los dos versos que destacan en el original, debido a la rima inexistente en los demás, señalan a ese experto alemán frío y disciplinado, a ese ojo azul de mirada acerada, que apunta y mata a un recluso de un tiro, haciendo clara alusión a la forma en que murió la madre de Celan.

En verdad, la leche negra –según reconoció Celan en varias oportunidades– no es una metáfora sino, literalmente, lo que tomaban en el campo de concentración. Por lo visto, el poema se desarrolla con un lenguaje realista y la irrealidad surge ante la dificultad para asimilar la atrocidad, expresada a través del desgarramiento sintáctico, la falta de cesuras y esa machacona reiteración que convierte la escena en una danza macabra. Lo que hace a este poema grande es su voluntad de ajustarse a la descripción sin introducir calificativos reveladores del sufrimiento. Precisamente eso lo convierte en una denuncia objetiva, escrita por el «nosotros» de una comunidad que se condenó al silencio («a cada cual la palabra que le cantó y se petrificó/(…) a ella la silenciada») y que rechaza toda una manera de entender el mundo y la vida, donde irrespetuosos desfilan los cabellos dorados de Margarita (la heroína fáustica) junto con los cenicientos de la muchacha judía, se cavan fosas en el aire que recogen los desechos de los hornos crematorios o se equiparan en el trato los hombres a los perros, donde inhumano el tiempo se detiene y convergen serpentinas la música de los violines con la muerte, las estrellas con las balas, en definitiva, la civilización con la barbarie.




(Fuente: El vuelo de la lechuza)

 

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