PARA LAS MUJERES COMO NOSOTRAS
Debe haber una santa para las mujeres como nosotras
–las que nunca fuimos vírgenes,
que nunca conocimos la gracia de la inocencia.
La que busqué por todas partes,
recé décadas de rosarios para estar cerca
de la mujer que podría contener
todos mis pesares en su regazo,
poner fin a esa rauda huida de mí misma.
Y me he vuelto tan fuerte
volando que la gente está asombrada
me consideran un prodigio que vuela rauda en el cielo
sin saber cuánto anhelo descansar
de la noche que me dio alas
e hizo de mi ternura un núcleo invisible,
algo raro –casi imposible.
Arrodillada he ofrecido novenas,
regateando con el cielo para ser
la mujer que se me negó ser, el vientre
desde donde llega a la tierra ese poder.
Debe haber una santa para las mujeres como nosotras
–las que nunca cortejarán a un unicornio.
Traducción de María Josefa Gómez Álvarez y Gloria Riva Morales
FOR WOMEN LIKE US
There must be a saint for women like us—
those who were never virgins,
never knew what grace is innocence.
I searched everywhere to find her,
rolled decades of beads to be near
the woman who could hold
all my sorrows in her lap,
halt this breakneck flight from myself.
And I have grown so strong
with flying people are amazed,
think me a wonder that speeds the skies,
not knowing how I hunger for rest
from the night that gave me wings,
made my tenderness an invincible core,
a strange thing—almost possible.
I have offered novenas on my knees,
bargained with heaven to be once
the woman denied me, the womb
where that power comes to ground.
There must be a saint for women like us—
those who will never woo a unicorn.
(Maraval, Puerto España, Trinidad y Tobago, 1963)
de En vísperas de los días sabáticos,
Fondo Editorial Casa de las Américas, 2011
(Fuente: Emma Gunst)
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