martes, 28 de septiembre de 2021

Robert Rivas ( s/d )

 

 

EL PÁJARO LLAMADO "RATONERA" 

 

 

  La ratonera demuestra a cada momento

 su pericia: saltar entre los rombos del alambrado

 Con el agregado del camuflaje: todo sucede entre

     arbustos bajos. La ratonera 'se cubre'.

 ¿De qué? No lo dirá. Estos seres tienen sus secretos.

 Ahí, a un metro, 

      una pequeña ratonera. 

 No me resulta para nada absurdo

      pensar que la hélice de su pequeña alma

          hiciera una pasada por mi cuerpo.

 En su cuerpito caben un montón de pequeños

      tersos secretos.


 ¿Son parientes de los gorriones?

 ¿Hablan el mismo idioma?

 ¿O acaso el gorrión habla en un dialecto del ratonero

 o la ratonera en un dialecto del gorrión?


 ¿Qué piensan del agua?


 No he visto huevos de ratonera

 ¿Nidos de gorriones?

 Tanta vida íntima y escondida.


 No creo saber -en ningún lugar de mí-

   si alguna vez se preguntarán por el sentido de la existencia.


 "¿Somos realmente necesarias las ratoneras?"


 El halcón, ¿podría confundirlas con un ratoncito?

 Esta cuestión de los nombres puede llevar a graves

      malentendidos.

 ¿Puede la naturaleza, igualmente, ser tan equívoca y

      cruel al mismo tiempo?

 (Los felinos, en cambio, parecen estar muy bien informados.)


 Tal vez por eso sus saltitos son casi continuos

       y las paradas breves:

      como para picotear una semilla del suelo 

      y seguir su deshilvanado viaje.


 Pía, también, pero sin manera de asegurarse de que su piar

    sea diferente de los chillidos de una laucha.


 Se arregla -no hay más remedio- con lo que sabe.


 El Otro de un gorrión, de una ratonera,

      de un ratoncito, en apariencia tan diferentes.


 ¿Será tan así?


 Este es un mundo 

      hecho

      de inefables misterios.

 

 

(Fuente: Idiomas olvidados)



 

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