martes, 28 de septiembre de 2021

Piedad Bonnett (Amalfi, Colombia, 1951)

 

 

 

Oración

 

Para mis días pido,

Señor de los naufragios,

no agua para la sed, sino la sed,

no sueños

sino ganas de soñar.

Para las noches,

toda la oscuridad que sea necesaria

para ahogar mi propia oscuridad.

 

 

 

 

Algo hermoso termina

 

Todos los días del mundo
algo hermoso termina.
Jaroslav Seifert

 

Duélete:

como a una vieja estrella fatigada

te ha dejado la luz. Y la criatura

que iluminabas

(y que iluminaba

tus ojos ciegos a las nimias cosas

del mundo)

 

ha vuelto a ser mortal.

Todo recobra

su densidad, su peso, su volumen,

ese pobre equilibrio que sostiene

tu nuevo invierno. Alégrate.

Tus vísceras ahora son otra vez tus vísceras

y no crudo alimento de zozobras.

Ya no eres ese dios ebrio e incierto

que te fue dado ser. Muerde

el hueso que te dan,

llega a su médula,

recoge las migajas que deja la memoria.

 

 

 

 

Las cicatrices

 

No hay cicatriz, por brutal que parezca,

que no encierre belleza.

Una historia puntual se cuenta en ella,

algún dolor. Pero también su fin.

Las cicatrices, pues, son las costuras

de la memoria,

un remate imperfecto que nos sana

dañándonos. La forma

que el tiempo encuentra

de que nunca olvidemos las heridas.

 

 

 

 

En el borde

 

Lo terrible es el borde, no el abismo.

En el borde

hay un ángel de luz del lado izquierdo,

un largo río oscuro del derecho

y un estruendo de trenes que abandonan los rieles

y van hacia el silencio.

Todo

cuanto tiembla en el borde es nacimiento.

Y solo desde el borde se ve la luz primera

el blanco-blanco

que nos crece en el pecho.

Nunca somos más hombres

que cuando el borde quema nuestras plantas desnudas.

Nunca estamos más solos.

Nunca somos más huérfanos.

 

 

 

 

Pido al dolor que persevere

 

Pido al dolor que persevere.

Que no se rinda al tiempo, que se incruste

como una larva eterna en mi costado

para que de su mano cada día

con tus ojos intactos resucites,

con tu luz y tu pena resucites

dentro de mí.

Para que no te mueras doblemente

pido al dolor que sea mi alimento,

el aire de mi llama, de la lumbre

donde vengas a diario a consolarte

de los fríos paisajes de la muerte.

 

 

 

 


Lo terrible es el borde
Colección Visor de Poesía
España, 2021

 

CUB. LA CANCIO?N DEL AOUTSIDER

 

(Fuente: Revista Altazor)

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