miércoles, 29 de septiembre de 2021

Margarita Laso (Quito, Ecuador, 1963).

 

 

RELOJ

 

afuera del centro de cuidados paliativos

hay pinos y cholanes

 

veo de los pinos sus agujas

segunderos     minuteros

relojes de púas vegetales

de los cholanes    unos meses al año     

abundantes flores amarillas

uñas para brujas infantiles   

coronas del color de los canarios   

campánulas

en el suelo  

 

adentro esta grúa de hospital para levantar a los internos

cambio de sábanas

lavados

ofensas inevitables a la intimidad

penuria aflictiva del aseo y la medicación

 

de los pacientes

los ojos veo siempre salir de las cobijas

roedores amortiguados

atestados de ayes puros ayeres ayes

me figuro sus cuerpos pendiendo de la percha ortopédica

el arnés un tendón que mece huesos arenosos

un móvil donde los búhos son madejas mojadas

 

y estos gañidos que nadie quiere oír  

y los ojos cerrados de mi padre

 

a qué hora termina su turno

este balancín de humillación a puerta cerrada este auxilio

el cuello derrotado    a qué hora    la cabeza vencida

 

a qué hora veré las flores del cholán sobre una tumba

y en la calle de los pinos

las agujas del tiempo que pasó

 

Inédito, 2021

 

 

EL CAMAL DE LOS LEONES

 

has llegado al camal de los leones

 

la chuma de estas moscardas talla 14

el olor de vino con que sirven los últimos bocados

las migas que arrojan a las larvas

 

¿adviertes la curtiembre?

retazos de todo tipo

como corresponde a las

cadenas de depredadores

lagarto alce cebra

la mano ilegible de alguna gitana

piezas óseas para tallar

 

has llegado             

alguna ramita de gacela queda por aquí

no la pises

 

el sol mostaza se evapora en la tierra

no hay ronquidos ni maullidos

es una cama de leones

apenas ronronean

los otros hocicos untados de sangre

duermen cerca del agua

cambian del fulgor al pardo

en su camal los leones como camaleones

tendidos bajo las moscas

esas cobijas de la bruma caliente

esa música inoxidable

 

los hay ocres     los hay color de ron

y sé que en el matadero hay carnívoros satisfechos

 

ha sido mi comarca esta

este mi espejismo

        mi rodaje

y la noche está cayendo sobre los felinos

 

a ras de la hierba huraña ruge bajito tu leona

lame el recuerdo de la pata delantera

aún conserva —puedes ver— el juego de cuchillos

y almohadillas de las zarpas

 

mas ya no saldrá a tu encuentro

 

ha dejado un ojo destazando al búfalo

sus vértebras fueron la rueca de la tarde

los belfos que mordió

la última certeza de un manjar vencido

y vencedor

 

 

REGALO

 

                                                           a martina y rafaela

 

una jirafa de gamuza

musculosa    pequeña

te he traído

 

—ten

te digo

 

—pero cómo

no podemos tenerla en este jardín — dices

crecerían

su expansivo cuerpo de cartógrafa

su piel cubierta de islas    

¿adónde nos llevaría su lomo craquelado?

 

— no es para cabalgar sobre ella

ni navegar entre sus grietas

es el cuello

¿ves?

la cabeza

 

su lengua flexible alcanza los luceros

 

ella los desprende de las ramas nocturnas

rutilan en sus labios con dulces movimientos

eso besa     eso come   

es como tú

y así sus antenas

                huesitos que felices remueven las fogatas

                en antares     dubhe     orión     

llenar el cielo de chispas astrales

 

oh criatura comestrellas

esta jirafa es para ti

 

De El camal de los leones, 2018

 

 

LA AMANTE IMPAR

 

si acaso me quedara un solo ojo

y el otro simplemente te siguiera

y una sola otra no, se despidiera

pierna que tras de ti fuera a su antojo

 

si esta triste cíclope llorara

lágrima que una sola mano enjuga

si beso emerge rojo de su oruga  

y alada la otra mano se alejara

 

tan solo una boca se quedara

detrás la otra de ti carnal se iría

boqueando en llamas boca que temblara

 

entonces amante impar yo fuera

y así tal vez amor te seguiría

aunque este temblor otro te esperara

 

De La fiera consecuente, 2012

 

 

OSO

 

y sale del bosque el oso

su musculatura oculta

trae abrigo y debajo un brujo

sedoso no se desnuda

ante la sola idea de trozar mis partes

no se detiene

ávido el oso

de arrancar los lomos de las truchas con los dientes

en el corazón del remolino

hincar entre mis piernas el hocico

la ansiedad la sed  la zozobra

el tirón de muerte que la succión mitiga

 

un dominio de demonios tus patas y mis muslos

maroma marcial  llave poderosa  runa y mandala

 

oso que muerdes los finos lomos de mi sexo

                        

ya volverás al bosque

como el tigre a la arena

como al verdugo la máscara y la soga

ya volverás

como vuelve esta contorsionista

a bañar sus partes por partes

en los cultivos piscícolas del río

 

De Los lobos desarmados, 2004

 

 

EN EL POLO LOS CAZADORES DE PIELES ACECHAN A LAS FOCAS

 

recién paridas son despojadas de sus crías

apaleadas las capturan antes de cumplir diez días de vida

antes de perder el primer pelo

 

las de capa blanca nacen sobre témpanos flotantes

desde lejos

sólo pueden distinguirse los discos de carbón de sus ojos negros

de su nariz mojada

 

con la pelusa del hielo de ellas mullida

en los cuentos infantiles se hacen escarpines para nubes

pero este vestido y su tierna pulpa nada duran

 

lobas tubulares

las madres marinas que amamantan

aúllan ante los garrotes pero no huyen

 

así es mi agonía

 

pielero del ártico

hábil en el manejo de las varas

tú permites que sangre

y arrastre el pecho impulsada por mis aletas cortas

por mis largos bramidos

 

al filo de la mole de hielo

apenas quieres la piel del lomo que apaleas

 

en el polo

 

el sol cae como una puerta de hierro

aldaba el mar                       aldaba el día

 

en el cielo

 

no hay pájaro que sospeche la crueldad del corazón humano

 

De El trazo de las cobras, 1997

 

 

(Fuente: Nueva York Poetry Review)

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