DEBERÍAMOS
Deberíamos nacer ancianos, Llegar sabios al mundo, Capaces de decidir nuestro destino Y de conocer los caminos que nacen del cruce original, Y que fuera irresponsable solo el anhelo de caminar. Después, deberíamos ser más y más jóvenes para llegar Maduros y fuertes ante la puerta de la creación, Cruzarla y entrar adolescentes al amor. Deberíamos ser niños cuando nazcan nuestros hijos, Para entonces serían más ancianos que nosotros, Nos enseñarían a hablar, nos acunarían para dormirnos, Y nosotros nos encogeríamos hasta desaparecer Como una uva, un guisante, un grano de trigo.
El poema seleccionado pertenece a “Primera persona del plural”, Editorial Visor.
(Fuente: Aire Nuestro)
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