Tu ventana
me asomé a tu ventana
a tu alféizar florido
a tus alminares
y sus galerías
y te acaricié entero
pétalo por pétalo
poro a poro
borde a borde
te seguí los rastros
caminé tus surcos
y tus cicatrices
como una novata
y al fin del periplo
recogiendo velas
me incliné a mirarte
por si fuera un sueño
(inédito)
Nadie responde
Casa árbol
duna que quiebra
horizontes perplejos
Nadie responde
Vacíos los espejos envejecen
al amparo de cabelleras blancas
Bicicleta de alas rotas
que se perdió una tarde
de insoportable ausencia
La huella de la lluvia
acuna un camalote triste
La huella de la vida
acaba en callejones
donde habita la muerte.
(de Domicilio Equivocado)
Para no dejar de pensarte
No te escribo para que me reconozcas
y prendas azahares en mi pelo
-que también-
te escribo para no dejar de pensarte
cerca muy cerca
al costado y encima
dentro muy dentro
No es sólo un pensarte con mi sexo
-que también-
te escribo para no olvidarte
de puntillas y en volandas
hablo con el espejo y le cuento de vos
a cada rato
mientras te voy deseando
sin remedio
(de Insight)
(Fuente: El poeta ocasional)
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