martes, 28 de septiembre de 2021

Albena Todorova (Bulgaria, 1983)

 

Los poemas se vuelven realidad

 

 

(Traducción al español de Radina Dimitrova)

 

 

 

De Poemas (2014)

 

 

no somos buenas personas

no llamamos a nuestras madres

no tenemos tiempo para nuestros hermanos

no visitamos las tumbas de nuestros padres

y así permitimos que se vuelvan patio trasero

para malezas y apestosos indigentes de todo tipo

no somos buenas personas

no comunicamos con los que nos hacen crecer

sino sólo con los que nos divierten

valoramos nuestros teléfonos más que nuestro tiempo

no somos buenas personas

vacilamos constantemente

olvidamos al instante

fingimos ser alguien más

dejamos la computadora prendida para que nos despierte el sonido

de un mensaje con palabras que no significan nada

de aquellos que ya ni siquiera amamos

no somos buenas personas

atesoramos nuestros juguetes más que a los niños de los vecinos

sólo fingimos, fingimos que importa

no somos buenas personas

y tanto nos gustaría serlo

 

dos cepillos de dientes en el frasco

tengo ciertas ganas de poder decir que

el otro es tuyo

pero no es

el otro

es para para viajes

 

 

*

 

 

los riñones pesan

más que las piedras

en las que se convierten

con el tiempo

envejecemos

sin que esto estuviera mal

empezamos a pesar

de manera desigual

hacia la tierra

entonces tal vez en nuestros adentros

queremos en ella

 

 

*

 

 

Sofía, mil pasos en un punto, esperando

Sofía, tiempo pasado en tiempo pasado

Sofía, aguarda las caricias de rodillas y palmas

resbaladiza bajo las hojas y la nieve de anoche

Sofía, los bancos son más que los recién nacidos

Sofía, dos leva y una llave naranja en el bolsillo

Sofía, sólo voy de paso

Sofía, todos partieron

Sofía vive lejos de la mayoría de sus investigadores

y más lejos aún se todos sus gobernantes

Sofía a regañadientes

Sofía de las deudas sin cobrar

Sofía, polvorientas lápidas de mármol de antifascistas

y biólogos moleculares

Sofía tiernamente sugiere que va a llover

Sofía, los problemas brotan igual que barreras

a veces justo entre nuestros pies

Sofía

que en la foto cerró los ojos

o siempre mira hacia otro lado

 

 

 

 

De Poemas que te dan ganas de vivir (2018)

 

 

 

en el fondo del cajón con archivos

sorpresa

la Nokia indestructible

 

Enciendo,

funciona.

 

en su radio

canciones conocidas

cual si las voces de la infancia

no han muerto

y tú

eres más que un recuerdo

 

 

*

 

 

Ayer por la noche ha caído muerto un hombre

tras apenas cruzar

la frontera de un país inhóspito, miserable:

punto inoportuno del terror,

de los monólogos internos,

de la humillación, la huida, el mañana inseguro.

 

El miedo

marcha a zancadas a través de esta tierra.

Ventanas luminosas se apresuran a bajar cortinas.

Truena un televisor.

Por mucho que nos tengamos de las manos,

no hay calor.

Desde ayer por la noche este número ya no contesta

sus llamadas.

Cuánto quisiéramos que no fuera un asunto nuestro,

si sólo no lo era.

 

 

 

 

Recordatorio que viene agosto

 

me dan ganas de escribirte uno de esos poemas

profundos como un lago

donde habita un pececito solitario

que de pronto mira con un ojo al cielo nocturno

y piensa en algo

 

  

*

 

 

civilizaciones misericordiosas

que cultivan personas virtuosas

buscamos el budismo en las hagiografías

en la sabiduría de lo casi impronunciable

cual si en algún lado tras el horizonte

el paquete de cualidades se reparte

como neceser de hotel en casos de emergencia

para compensar por el equipaje perdido, los nervios rotos

cual si la buena persona

vive siempre en otra parte

sólo en otra parte

 

 

 

 

De Las once hermanas de julio (2021)

 

 

 

el mundo invisible se revelará

en honor a nadie

 

se revelará en un único movimiento

que desgarra la frontera entre sueño y realidad

 

y, tú, cola dorada

huella en el cielo

saludo desde mundos desconocidos

 

sirves de fondo para las fotos

que se toman los turistas en el puente

antes de dirigirse a la cena

 

 

*

 

 

los poemas se vuelven realidad

así como las conversaciones con el mar en la infancia

el día antes de partir

así como los bosques regresan

los bosques son siempre más fuertes

los poemas anidan en los bolsillos de la realidad

se tocan en ella, y en lo inexplicable alrededor

 

con una risa silente

en la que se oye aquello que

 

 

*

 

 

después de descargar el último abeto

el camión con los listones desnudos

parece una jaula:

las aves han volado

puede conducir sin prisa

le chiflan los taxis

cuando el semáforo reverdece

la carrocería se bambolea por los adoquines

parece que carga viento

me asomo para ver el rostro del chofer

veo sólo manos

en la izquierda algo resplandece

en la cabina, oscuridad

en el volante sólo dos manos

y el viento

 

 

*

 

 

Lo que ha sido, ya no sigue igual.

 

La ciudad ha cumplido tu deseo:

se ha desnudado de las memorias,

está ante ti,

no significa nada.

 

Pero un buen día acertarás de la primera vez

el callejón necesario,

cuando es muy sabroso,

cuando desconocidos te ayuden con la maleta,

cuando cerezas se apilen en las tienditas del barrio,

cuando veas como las calles y las plazas

quedan raspadas por los puestos callejeros,

cuando los tilos,

cuando los tilos,

algo te pellizca la nariz con fuerza.

 

Pellizca,

pero no hay nadie.

 

 

 

 

__________________

(Fuente: Revista Altazor)

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