SABER DE DIOSES
No es fácil entender de dioses.
Este marino griego sabe del mar, del viento.
Solo conoce a Venus y a Neptuno,
y si le hablas de Baco,
te dice que Baco es él y se enreda en el vino.
Lo mismo te dirán, en Grecia,
esos jóvenes o cualquier viejo,
clara sigue la lengua griega cuando miente.
TEMPLO ABANDONADO
Este templo los dioses han dejado;
aquí no viene nadie
y sólo el viento dice
lo que ya roto, enseña:
“todo pasa, y hasta pasan los dioses”;
la piedra es perdurable y el viñedo
dará la lumbre de su vino:
un Etna que ha de encender los cantos
del poeta y tal vez de los muertos.
La piedra es firme y el templo me estremece;
sólo las cabras trepan por las piedras
y suena el mar, lejano,
y en el roce del viento
se escuchan sus espumas.
Cómo se nota aquí la ausencia
de algún vaso
para beber la tarde y su silencio.
© : El regreso de Ulises (1968-1970), Editora Montalvo, 1985, Santo Domingo República Dominicana, pág 26 y pág 55
(Fuente: Armando Almánzar Botello)
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