ALEMANIA
para Loli la de El Coronil, in memoriam
Desde que tuve 15 ó 16 años
estuve enamorado de uno del pueblo,
hasta me fui a Alemania detrás de él.
Yo creí que Alemania era un cortijo
y cuando llegué allí no lo encontré.
En Alemania trabajé de criado.
Un amigo me puso un anuncio en el periódico,
porque se ve que allí la gente de dinero lee el periódico,
y al cabo de una semana
recibí una carta de una familia
para que me presentara,
como la señora hablaba español
allí me quedé.
En Alemania descubrí el mundo,
la primera vez que yo vi un club privado
donde na má que había mariquitas.
Vi el cielo abierto,
porque aquí vivía como con una máscara,
no comprendía lo que era la vida,
na má las cosas del pueblo
donde todo estaba perseguido, con Franco.
Nunca he estado con una mujer.
Yo no, qué horror,
yo veo a una mujer en cueros
y la tentación no me llama.
Si yo llego a ser el que está con Eva en el Paraíso
aún estábamos sin pecado original.
Ahora, me pones un hombre,
aunque sea vestio
y aunque sea más feo que un camello
me da igual.
A mí me dicen: ¡Maricón!
Y digo: ¡Olé!
Me gustan los hombres del tipo del Aznar,
me encanta ese hombre.
Es mu guapo, me gusta su cara,
tiene argo en esos ojos.
No coño, qué voy a ser yo mariquita de derechas,
yo estoy por el Cañamero
que es el que defiende a los pobres.
Antonio Orihuela. La Guerra Tranquila. Ed. Origami.
(Fuente: Voces del extremo)
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