Fueron días
y otros muchos
en los bosques de Paroldo.
Lobos librados a sí mismos,
que brotaron de a empujones,
castaños, trigo, kiwis,
frutas podridas
que se sobrepusieron
al imperio del DDT
y los abonos enlatados,
al aire sin aire
y la muerte palpable.
Y en la copiosa penumbra,
los senderos secretos
y las noches apretadas
para que no terminaran.
Así las cosas,
así los años prisioneros
y lo que llaman guerra
en esa facundia del Deep Piamonte
donde los partisanos
murieron de a poco
como una bofetada
sin causa grave.
- inédito -
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