Entiendo tu locura ,
tu diaria desazón,
Entiendo los añicos de tu espejo,
tu rabia cotidiana , tus enlatados deseos.
Entiendo el rímel corrido,
tu enganchada media,
tu arroz pasado ,
tu colirio vano .
Entiendo tu obligada artrosis,
tu frustado óvulo ,
tu ansiedad internauta.
Entiendo tu sosegada queja,
tu carga arrastrada con desgano,
tus permitidos sabatinos.
Solo unos pocos deciden el yugo a portar
y confunden las mentes.
Sólo unos pocos deciden tu cuna y tu sepulcro
y nos convencen a muchos que no es así,
que somos soberanos del destino
...en estrechos callejones,
manguereados como locos,
ilustrados con salmos
e historietas para no pensar.
Somos la proclamada paz
del vacuno marchando al matadero
o la paz de un mundo cementerio.
Pero hay algo que no nos podrán quitar ,
lo que nace de la razón congénita,
del instinto celestial de nuestro origen.
Hay algo que se expresa firme
aun un tanto amorfo
y no del todo definido ,
asomando entre garfios y estrategas.
Hay el saber oculto del derecho humano,
el justo usufructo,
el beso común ,
la ecuación innegable.
Hay tu mano buscando otra ,
la risa mutua ,
los atisbos de amor ,
la con pausas construcción
de una justa morada común.
Yo lo veo en jovencitas de pañuelos naranjas,
en trasandinos hartos., pateando perros.
Yo lo veo en multitudinarias marchas
defendiendo el agua,
en sangrados palestinos,
en estados de facebook,
en minorías sexuales gritando basta.
Yo lo veo aún difuso pero sin pausa.
Yo les entiendo ,
así ya me esté yendo a otra caja dimensional
despojado de materia.
Yo les entiendo y les apoyo
desde mi corrugada caja
y mi manojo de sueños que pronto
, muy pronto...
el verdugo planetario caerá
y todo, todo ...será mejor.
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