LA HISTORIA POSIBLE
Nazco en las raíces
de la historia posible de mi pueblo.
No tengo nada contra nadie
pero enfrento al futuro contra todos.
Creo en la patria verosímil,
en el país del presente que se proyecta
y es jabalina contra el tiempo. No opongo
máscaras para este amor que me nace por mi pueblo,
para esta razón de fe que me hace odiar a los enemigos
del pan, a los acérrimos ladrones de la brisa,
a los risueños amigos de nadie. Nazco en las raíces
que tiende mi cuerpo con el alma de todos,
en un país en donde las montañas dialogan
de océano a océano y las semillas crecen
sus dulces cabelleras. Me despeño en el canto
del mar, en la locura serena de la lluvia
cayendo la mitad del año. Amo y odio
con toda la fuerza de mi puño. Nazco en días difíciles
y los vivo hasta hartarme de amargura. Saboreo mi sangre
para saberme vivo y solidario entre los otros. Y luego asumo
mi destino de piedra cayendo de la montaña al llano,
de la mano al aire, del aire contra el sueño,
en esta historia posible de mi patria.
El libro de la Patria (1976)
San José: Editorial Costa Rica, 1976, pp. 24-25
(Fuente: Óscar Limache)
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